La educación híbrida, que mezcla clases virtuales con momentos presenciales, bien cómo aprendizaje síncrona y asíncrona, se encuentra entre las principales tendencias del siglo XXI.
En los últimos años, ha ganado un espacio cada vez mayor en la educación superior y ya se estaba probando en la educación básica. Sin embargo, después de la pandemia, se ha hecho imperativo adherirse al modelo.
Pero no es sólo adaptándose a las circunstancias que la enseñanza híbrida se ha vuelto popular.
Bien conocido por sus designaciones en inglés, hybrid o blended learning, el modelo incorpora tecnología al proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, su implementación requiere una alianza con metodologías de aprendizaje activo que coloquen al alumno como protagonista. Entre ellos, el aprendizaje basado en proyectos (ABP o PBL).
El encuentro entre el ABP y la educación híbrida
La combinación entre el aprendizaje basado en proyectos y la enseñanza híbrida abre un abanico de perspectivas para centros educativos y universidades. Independientemente del formato elegido, es importante definir claramente qué pasos del ABP se adaptan mejor al entorno en línea. Y cuáles necesitan reuniones presenciales.
A continuación, un consejo sobre cómo aplicarlos.
Ancla: El primer paso se puede realizar en persona. Es cuando el profesor presenta el ancla, es decir, el tema y las consecuencias a estudiar. Aquí se definen los grupos de trabajo y se identifican los problemas y desafíos que se resolverán en los proyectos.
Investigación: A continuación, es el momento de realizar la investigación y la recopilación de datos. Esta fase, o al menos una gran parte de ella, ocurre en línea. También porque internet se configura como la principal fuente de investigación para las nuevas generaciones. Es una oportunidad para que los alumnos desarrollen su autonomía como protagonistas en el aprendizaje.
Reuniones periódicas: Durante el transcurso del proyecto, las reuniones periódicas vía videollamada sirven como un medio para que el docente oriente, aclare dudas y brinde retroalimentación. Recordar que el ABP requiere un cambio en el perfil del profesor. Funciona menos como poseedor de conocimientos y más como una guía para el viaje del alumno.
Resultado y retroalimentación: Pueden ser necesarias nuevas reuniones presenciales para revisar los objetivos iniciales, presentar proyectos y realizar retroalimentación evaluativa. Si bien todos discuten los resultados finales, es responsabilidad del profesor fomentar el desarrollo de habilidades socioemocionales. Esto se puede hacer, por ejemplo, a través de herramientas de evaluación entre pares, dando a los alumnos una voz.
Similitudes entre modelos
La aplicación del aprendizaje basado en proyectos en la enseñanza híbrida es consecuencia de varias similitudes entre los dos modelos pedagógicos. La intención de ambos es hacer que los alumnos traspasen los muros del centro educativo o la universidad.
Por lo tanto, pueden buscar conocimiento de otras fuentes de conocimiento, ya sea en línea o fuera de línea.
Los métodos evaluativos también tienen similitudes. Menos centrada en las pruebas tradicionales y una escala numérica, valora la retroalimentación, la autoevaluación y la revisión por pares.
En ABP, el producto o servicio final es relevante, pero el diagnóstico del desempeño del alumno se realiza a lo largo del recorrido, así como la enseñanza híbrida.
Incluso con menos horas dedicadas a las conferencias, hay tiempo para que los profesores asuman el papel de tutores. Siguiendo el camino de los estudiantes, los profesores contribuyen a una educación más personalizada dedicada al fomento de soft skills fundamentales en el mercado laboral.
Por último, en el ámbito de la educación híbrida, el ABP está más cerca que nunca de las tecnologías educativas. Internet y las plataformas digitales vienen como aliados en todas las fases, ayudando en la organización, planificación, seguimiento y presentación de proyectos.
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