Emprendimiento educativo: todo lo que necesitas saber al respecto

El emprendimiento educativo ofrece diferentes ventajas a los alumnos.

Para que puedan desarrollarse de forma adecuada, necesitan asumir riesgos y actuar con autonomía. Esto les permitirá prepararse para el mundo laboral, ya sea para trabajar en una empresa o fundar la suya propia. A continuación descubrirás las claves de este concepto.

¿En qué consiste el emprendimiento educativo?

El emprendimiento en sí refiere a la capacidad de las personas para desarrollar un proyecto. Este se compone de una idea base que permite aprovechar diferentes oportunidades y adversidades. Este término está extraído del ámbito de la economía y es el cimiento de la creación de negocios. Un emprendedor tratará de solventar una necesidad de la sociedad a través de sus ideas.

Así, el emprendimiento en la educación trata de dotar a los niños de las herramientas que necesitan para plasmar sus ideas. Además, les ayuda a comprender qué es el riesgo y a manejarlo, en vez de dejarse llevar por el miedo. También contribuye a que sean capaces de tomar mejores decisiones. Buena parte de emprender consiste en conocer tu situación, la del mundo que te rodea y saber llevar el camino adecuado.

A día de hoy, la normativa vigente a diferentes niveles, desde la europea a la autonómica, coloca al espíritu emprendedor como una competencia clave para la formación de los niños. Esta debería incluirse en los currículos y trabajarse a lo largo de los años. El uso de proyectos y su desarrollo por los alumnos es una herramienta que ofrece grandes resultados formativos.

¿Cuál es su importancia?

El objetivo de este tipo de formación es inculcar en los niños y jóvenes una serie de cualidades importantes para la vida. Una de ellas es la iniciativa, la cual les da la oportunidad de tomar decisiones con base en sus necesidades y no dejar su ejecución para el último momento. Les permite transformar sus ideas y pensamientos en acciones, aunque no de forma atolondrada.

También les ayuda a mejorar su autoconfianza. Se trata de inculcar a los alumnos una fuerte confianza en sí mismos, sus habilidades y a no ver el error como algo negativo. Ten en cuenta que las personas aprenden más de sus equivocaciones, ya que muestran puntos débiles y de mejora. Si entienden esto, comprenderán que sus capacidades están en desarrollo y tienen que ponerse a prueba para progresar. Esto es algo fundamental para el emprendimiento, ya que un negocio tiene probabilidades de fracasar.

Junto a estas cualidades, se potencia la responsabilidad. Los jóvenes emprendedores aprenden a valorar las consecuencias de sus actos, algo fundamental para el día a día. Las decisiones que tomen no están aisladas, sino que generarán todo tipo de reacciones. Además, esta formación no solo se centra en que sean más responsables consigo mismo, también afecta a los demás.

¿Qué otras claves ofrece la educación emprendedora?

Una educación emprendedora potencia otras habilidades y cualidades importantes. Un buen ejemplo es entrenar la flexibilidad y la adaptación al cambio. Con una actitud adecuada, basada en la responsabilidad y la confianza, es más sencillo adaptarse a cualquier situación. Piensa que el emprendimiento necesita dar una respuesta rápida a lo que sea que esté ocurriendo. Además, ambas aptitudes son importantes también para la vida diaria.

También ayuda al desarrollo personal. Al potenciar competencias como la iniciativa y la confianza, los jóvenes adquieren una mayor autoestima. Poco a poco conocen el alcance de sus habilidades y conocimientos, saben que un error no es el fin del mundo y pueden dar respuestas a escenarios complicados con mayor facilidad. Así, conseguirán abrirse paso incluso en situaciones de crisis.

Por último, esta es una forma de formación orientada al design thinking, la cual permite tomar mejores soluciones a un problema. Este se aborda desde diferentes ángulos y lo descompone en piezas menores para entender su alcance. De esta manera, es posible llegar a la raíz del asunto y darle una salida satisfactoria. Sirve de ayuda para que los niños y jóvenes desarrollen un emprendimiento social adecuado.

En definitiva, el emprendimiento educativo sirve para potenciar determinadas habilidades y capacidades en edades tempranas. De esta manera, los alumnos podrán desarrollar sus proyectos vitales con mayor éxito en el futuro. En DreamShaper apostamos por este tipo de formación. ¡Contáctanos!

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