El impacto del ABP – y la generación de evidencia para Instituciones de Educación Superior, estudiantes y profesores

La implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP o PBL, por sus siglas en inglés) en la educación superior estimula el desarrollo de las competencias técnicas y emocionales de los estudiantes.

Como resultado, tenemos alumnos preparados para resolver problemas y capacitados para el mercado laboral.

Pero el impacto de esta metodología activa va mucho más allá. Al promover un aprendizaje colaborativo, el ABP puede generar evidencia para mejorar la calidad de la enseñanza, trayendo beneficios tanto para los estudiantes como para los profesores, y, por ende, para las Instituciones de Educación Superior.

La educación basada en evidencia es un enfoque pedagógico que prioriza el uso de prácticas respaldadas por la ciencia. Sus raíces se remontan a la década de 1990 y a estudios que señalaban la necesidad de basar las decisiones médicas en investigaciones sólidas en lugar de tradiciones. Aplicado a la educación en general, este enfoque aboga por el rigor científico para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Para los investigadores estadounidenses Bryan G. Cook, Melody Tankersley y Timothy J. Landrum, la alineación entre ciencia y educación es fundamental para la generación de evidencia.

«El profesor debe participar activamente en la investigación y utilizarla, ya que la literatura científica indica que algunas prácticas son completamente efectivas y otras completamente ineficaces», afirman los educadores en este artículo.

La eficacia del ABP para generar evidencia

El ABP es una metodología de eficacia comprobada para promover una educación basada en evidencia. Tanto es así que existen numerosos ejemplos de instituciones que han tenido éxito al adoptar este enfoque en sus programas académicos.

El más destacado proviene de Ontario, Canadá. Aún en la década de 1960, la Facultad de Medicina de la Universidad McMaster revolucionó la forma de enseñar (y aprender) esta ciencia en todo el mundo. Una de sus características es precisamente la capacidad de generar evidencia a través del ABP.

En McMaster, se alienta a los futuros médicos a identificar y resolver problemas de manera independiente. En lugar de simplemente absorber información transmitida por los profesores, asumen un papel activo en la construcción de su conocimiento.

Los estudiantes se presentan a pacientes desde el inicio del curso y trabajan en pequeños grupos para analizar estos casos, identificar lagunas en el conocimiento y desarrollar planes de acción.

Este enfoque les ayuda a comprender cómo aplicar conceptos teóricos en la práctica clínica, alentándolos a buscar evidencia para fundamentar sus decisiones.

Además, los investigadores de la Universidad McMaster están siempre involucrados en proyectos que investigan los efectos del ABP en la práctica clínica. No es de extrañar que la institución siga siendo un referente en innovación en educación médica.

Por su parte, la Universidad de Aalborg, en Dinamarca, fue pionera en la implementación del ABP en una variedad de disciplinas. Su método, titulado «El Modelo Aalborg para el Aprendizaje Basado en Problemas», es reconocido como un modelo de aprendizaje avanzado y eficaz, tanto es así que la UNESCO ha establecido su única cátedra danesa en ABP en la Universidad de Aalborg.

La propuesta de la Instituciones de Educación Superior es que los alumnos adquieran conocimientos y habilidades con un alto nivel académico, trabajando de manera analítica y según métodos interdisciplinarios y orientados a problemas y resultados.

Para ello, se fomenta la cooperación con la comunidad empresarial y la resolución de cuestiones complejas y globales, conectadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

En Brasil

Las primeras Instituciones de Educación Superior brasileñas que incluyeron el ABP en sus planes de estudio fueron la Facultad de Medicina de Marília (Famema) y la Universidad Estatal de Londrina (UEL), en la década de 1990.

Pero hay muchos otros ejemplos, como la Universidad de Brasilia (UnB), donde se desafía a los estudiantes del curso de Derecho a resolver casos jurídicos complejos, y la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), que adoptó el método en el curso de Ciencias de la Computación.

En cuanto a la capacitación docente, la Universidad de São Paulo (USP) cuenta con una formación centrada en el ABP en diversas disciplinas. Los profesores que participan en este programa desarrollan habilidades pedagógicas avanzadas y una mayor capacidad para involucrar a los estudiantes en el proceso de aprendizaje.

La Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) adopta un enfoque similar, ofreciendo talleres de desarrollo profesional para los educadores. Estudios de la propia Instituciones de Educación Superior indican que aquellos que participan en estos talleres muestran una mayor confianza en su capacidad para implementar el ABP en sus aulas.

Por su parte, la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) cuenta con grupos de investigación dedicados al estudio de la eficacia de este enfoque en la educación superior.

Las evidencias generadas por estos investigadores contribuyen a profundizar en el conocimiento sobre el ABP y su aplicación en diferentes contextos educativos.

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