ODS de la ONU: aprender por proyectos para mejorar el mundo

Es importante que los niños y jóvenes se desarrollen hasta el punto de crear un mundo mejor, más responsable y sostenible.

Pero, ¿cómo alcanzar este ideal? El aprendizaje basado en proyectos es una buena forma de hacer esto.

También conocido por las siglas ABP y PBL, el Aprendizaje Basado en Proyectos es una metodología activa que ofrece a los alumnos la oportunidad de identificar problemas reales y actuar de forma activa y colaborativa en la búsqueda de una solución.

En este sentido, un buen punto de partida pueden ser los 17 objetivos integrados de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Estos objetivos se conocen como ODS, que significa Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Creados en 2015, los ODS constituyen un ambicioso plan de acción para acabar con la desigualdad social, proteger el planeta y garantizar la paz y la prosperidad para todos. En general, la idea es enfrentar los mayores problemas del mundo para 2030.

Los 17 ODS de la ONU son:

  • Erradicación de la Pobreza;
  • Hambre cero;
  • Buena salud y bienestar;
  • Educación de calidad;
  • Igualdad de género;
  • Agua limpia y saneamiento;
  • Energía limpia y asequible;
  • Empleo decente y crecimiento económico;
  • Industria, innovación e infraestructura;
  • Reducción de desigualdades;
  • Ciudades y comunidades sostenibles;
  • Producción y consumo responsables;
  • Lucha contra el cambio climático;
  • Vida bajo el agua;
  • Vida en la Tierra;
  • Paz, justicia e instituciones sólidas;
  • Asociaciones en apoyo de metas.

ODS en educación

La ONU anima a toda la sociedad a alcanzar los ODS. Por sociedad, nos referimos a gobiernos y empresas, así como a escuelas y universidades.

En el entorno educativo, sin embargo, los ODS aún se exploran poco. Después de todo, debido a su universalidad, los ODS de la ONU pueden ser grandes aliados y excelentes guías para proyectos y programas en la comunidad escolar.

De hecho, todos ganan. Según un estudio del British Council, los ODS ayudan al desarrollo moral y mental de los estudiantes, haciéndolos más motivados. También potencian sus habilidades académicas y los hacen más competitivos en el mercado laboral (cuando salen de la escuela).

En el caso de los profesores, se les anima a enseñar material nuevo. Esto puede impulsar su desarrollo profesional, especialmente si lidera un programa sobre los ODS. Para las escuelas, existe una influencia positiva en su comunidad.

Las ventajas son claras. ¿Pero por dónde empezar? Los centros educativos pueden ofrecer clases y actividades específicas para concienciar a los estudiantes sobre los ODS y su importancia para un mundo mejor. También es posible crear líneas de investigación alineadas con los objetivos, que incentiven la producción científica a partir de problemas que aún carecen de solución.

En cualquier caso, cabe señalar que los ODS no deben pensarse ni trabajarse de forma aislada. Por el contrario, deben complementarse entre sí, potenciando la interdisciplinariedad, el pensamiento complejo y una visión sistémica de los proyectos y prácticas pedagógicas.

ODS en el aprendizaje basado en proyectos

Cómo se mencionó, una excelente manera de trabajar los ODS en el aula es con el aprendizaje basado en proyectos (ABP o PBL). Incluso si la escuela ya tiene proyectos en curso que se relacionan con los desafíos propuestos por la ONU, es posible hacer una conexión entre los temas y aprovechar el trabajo realizado anteriormente.

Un ejemplo viene de una clase de 2º de la ESO. Los alumnos se basan ​​en los objetivos 2 y 13 de los ODS (hambre cero y lucha contra el cambio climático) para crear un proyecto que busca comprender cómo el cambio climático puede influir en el hambre.

El trabajo expone las causas climáticas que pueden provocar escasez de alimentos en el país, como la lluvia y la sequía. También explora las consecuencias de estos cambios climáticos en la dieta de las personas con bajos ingresos, las personas sin hogar y los agricultores.

En el proyecto, los estudiantes también desarrollan formas de concienciar a la comunidad sobre la influencia del cambio climático en la dieta de las personas. Utilizan las redes sociales para influenciar y que haya más participación en ONGs que ayudan a combatir el hambre y el empeoramiento de los problemas climáticos.

Otro ejemplo,  alumnos de 3º de la ESO trabajando con el objetivo 10 (reducción de la desigualdad), utilizaron el ABP en un estudio que buscaba comprender cómo la pandemia del covid-19 empeoró la vida de las personas sin hogar.

El grupo visitó las calles. Se encontró que la falta de recursos de higiene y cuidado personal hace que las personas sin hogar sean más vulnerables al virus. Así, a través de un proyecto escolar, los alumnos comprendieron la importancia de prestar atención a la población necesitada, proponiendo soluciones para un mundo más justo e igualitario.

Sobre DreamShaper

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