Educación profesional: las ventajas del aprendizaje basado en proyectos

La educación profesional es una excelente alternativa para quienes buscan una calificación y una rápida entrada al mercado laboral.

La formación lleva menos tiempo en comparación con un título universitario. Además, se asocia a competencias que los sectores productivos siempre necesitan.

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Equilibrio entre teoría y práctica

El sistema de educación profesional de Alemania es uno de los reconocidos en el mundo. Allí, uno de cada dos jóvenes busca este tipo de curso. En él, el alumno pasa dos días a la semana en el aula. El resto del tiempo es en una empresa de tutorías.

Teniendo en cuenta las especificaciones locales, lo que otros países pueden aprender del ejemplo alemán es la importancia de equilibrar la teoría y la práctica. También porque, muchas veces, se fomenta la ejecución de la práctica incluso sin ningún tipo de preparación previa.

En la enseñanza por proyectos, la investigación y la planificación son esenciales. Estos elementos se ven como una forma de involucrar a los alumnos en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Así, desarrollan las habilidades necesarias para cuando llegue el momento de actuar profesionalmente. Estamos, por tanto, hablando de uno de los principales beneficios del ABP en la educación profesional. Incluso antes de encontrar un trabajo o unas prácticas, el aprendizaje basado en proyectos prepara al alumno para el día a día de su profesión.

Las intersecciones entre teoría y práctica, así como el fomento de la investigación, son vistas por los especialistas como una forma de fijar el conocimiento a largo plazo. De hecho, se trata de una evolución en relación con las clases expositivas tradicionales, simplemente enfocadas a la transmisión de contenidos.

Desarrollo de habilidades socioemocionales

Uno de los objetivos de la educación profesional es luchar contra el desempleo. Sin embargo, si desea tener éxito en la promoción de los jóvenes en el mercado laboral, cualquier metodología debe ir más allá de las habilidades técnicas.

Es necesario encontrar formas de desarrollar habilidades socioemocionales en los alumnos. Las denominadas soft skills incluyen la creatividad, la resolución de problemas, el pensamiento analítico, la innovación y la resiliencia, habilidades que cada vez más necesitan los profesionales del futuro.

En ABP, el despertar de soft skills es una prioridad. La posición del alumno en el centro del proceso de aprendizaje fomenta habilidades como la autonomía y el trabajo en equipo, por ejemplo. Al trabajar con proyectos, al desarrollar habilidades tanto duras como blandas, el alumno acumula un repertorio único de experiencias. Recogido en un plan de estudios, este repertorio se convierte en una ventaja competitiva en el mercado laboral.

 

Sobre DreamShaper 

Para disfrutar lo mejor del ABP, conozca DreamShaper – una herramienta digital especializada en el aprendizaje basado en proyectos.  Proporciona a los centros educativos y universidades proyectos predefinidos que incluyen auténticos desafíos, actividades y problemas en áreas como la investigación, el emprendimiento, la ciudadanía y la carrera, siempre con la posibilidad de personalizar el contenido a las necesidades del alumno. Además de ayudar al alumno a desarrollar las habilidades más importantes del siglo XXI, DreamShaper le ahorra tiempo al docente, que no necesita planificar conceptos ni proyectar aplicaciones. Al incluir metodologías listas para usar, DreamShaper permite que el profesor se concentre en lo que más importa: el alumno.

 

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