Calidad en la educación universitaria: las formas de mejorarla

La calidad en la educación universitaria se ha visto afectada por la pandemia. Sus efectos aún se dejan notar dado el calado que tuvieron en su momento.

Las restricciones impusieron nuevas necesidades que condujeron a un proceso de transformación que continúa y que es indispensable gestionar de forma adecuada.

El cambio en la educación universitaria tras la pandemia

La educación en la universidad no ha vuelto a ser la misma tras la pandemia. Se han sucedido una serie de cambios desde una amplia variedad de frentes, como la introducción de nuevas metodologías o la inclusión de tecnología de vanguardia.

Esto ha llevado a que se acelere la transición de unos modelos de aprendizaje anticuados a unos más modernos, aunque el proceso afecta a la calidad educativa.

No pienses que esto algo negativo per se, ya que el profesorado y la estructura de la propia institución tienen que adaptarse.

Por ejemplo, en un primer momento el aprendizaje en línea fue la solución adecuada frente a las restricciones a la movilidad, pero cuando las limitaciones desaparecieron surgieron las modalidades híbridas. En ambos casos, el reto pasa por mantener la disciplina entre los alumnos y la motivación.

Además, la inversión en tecnologías avanzadas también se disparó. Hubo que comprar equipamiento específico, como sistemas para videoconferencia, y soluciones informáticas de todo tipo, desde herramientas de enseñanza en línea o colaborativas hasta plataformas de aprendizaje.

Ante tal avalancha de novedades, surgió el problema de la falta de preparación del profesorado.

Incluso se dieron modificaciones en los métodos de evaluación, que tuvieron que adaptarse a una formación desarrollada en la red y que presentó numerosos retos. El principal fue la dificultad para controlar que no se copiaran las respuestas de los exámenes.

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¿Cómo superar las nuevas dificultades y mejorar la calidad?

Superar las nuevas dificultades es una obligación, en especial si el objetivo es recuperar una educación de calidad. Las universidades son fundamentales para la sociedad, ya que dan una formación especializada y que, en algunos casos, es de gran valor. A la hora de afrontar los retos, ten en cuenta las siguientes formas para conseguir una mejoría.

Mejorar la formación de los expertos

La formación y preparación de los docentes quedó en entredicho durante la pandemia. Cuando tuvieron que utilizar herramientas digitales y tecnologías novedosas, demostraron no estar preparados o no fueron capaces de sacarles todo el partido. Para superar este obstáculo, basta con dotarles de los conocimientos necesarios para cumplir su labor, es decir, ofrecerles la oportunidad de reciclarse.

Partnership con sociedades profesionales

Es una excelente propuesta para mejorar la calidad en la formación superior. Se trata de establecer colaboraciones con empresas, por ejemplo, para que los alumnos adquieran habilidades y conocimientos esenciales. Ten en cuenta que estarán codo con codo al lado de expertos en el campo que están estudiando. Además, entrarán en contacto con el mundo laboral, lo que los ayudará en su camino.

Incentivos institucionales

Son una herramienta capaz de mejorar la calidad en la educación y fomentar la innovación. Al mismo tiempo, se puede adoptar una amplia variedad de soluciones. Este es el caso de los programas de reconocimiento, formativos o de desarrollar planes de carrera. En el primer ejemplo, se trata de incentivar la excelencia académica y la innovación a través de becas o premios en función de los méritos conseguidos.

Proyectos de demostración

Los proyectos de demostración ayudan a las universidades a experimentar y a desarrollar el conocimiento. Pueden enfocarse en los campos que imparte la institución o en el propio proceso educativo. Asimismo, involucran tanto a los estudiantes como al equipo docente.

Celebrar los buenos ejemplos

Los buenos ejemplos, en especial en cuanto a docencia se refiere, sirve para establecer referentes e incentivar el esfuerzo. Se demuestra que la constancia y el trabajo tienen recompensa, sobre todo si la contribución que se ha hecho es de valor.

Mejorar la calidad en la educación universitaria es un objetivo a medio y largo plazo. No hay una única solución, pero es indispensable plantear las medidas adecuadas para conseguirlo.

Al fin y al cabo, la reputación de la formación más alta está en juego. Y para que puedas mejorar tus claves, DreamShaper es la herramienta adecuada para llegar más lejos. ¡Mira qué te ofrece!

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